
Algunas sacamos a la calle trapos de rebajas de antaño… está también quien se pasea del brazo de algún maromo out, de esos que soportan rebajas al 40 (o al 42), de los 2 x 1 y que se consiguen en los ebay del corazón...
Rematar es vender los productos o mercancías que quedan, reducir su precio hasta que por fin, el azar o la suerte, nos liberan de esos restos (¿humanos?).
Descartar implica excluir… apartar de nosotros las cosas, personas e historias que por motivos diversos entran en el ciclo de rebajas.
La Real Academia Española también sitúa descartar como una elección en la que se prescinde de algo o de alguien.
Nosotras, desde aquí, prescindimos de esas frases históricas: “cuídate”; “tú mereces la pena”; “no sos vos soy yo”; “te hago daño”; “puedes encontrar al tío que quieras”; “sos una mina genial”; “nunca me sentí con nadie como contigo”; “nadie me quiso como vos”; “ha sido el polvo del siglo”; “quiero que seamos amigos”; “me lo paso mejor contigo que con mi novia”; “te mereces algo mejor”; “prefiero estar con una tía a la que no quiera, así no sufro”… anque la inefable “es que tú no tienes remedio”.
Así, y como alguien alguna vez nos ha dicho, quizás ha llegado el momento de sacar a rebajas todo aquello que, dada su naturaleza, no conforta… aquello que, sin más, deja testimonio de una moda que ya no circula.